¿Cómo elegir su tipo de pala?
Elija la pala en función de la tarea. Las tres palas más utilizadas son la pala puntiaguda para cavar, la pala redondeada para plantar y la pala de punta cuadrada para trasladar material suelto.
Para cavar: La pala puntiaguda
La pala puntiaguda (conocida también como «pala de cavar») es la herramienta más identificable y adaptable. Es la herramienta de uso general indicada para cavar en tierras compactadas y sueltas y facilita el corte de raíces. Si solo tiene una herramienta de cavar, la pala puntiaguda es su mejor opción.
El borde afilado permite cavar en terreno duro y rocoso y cortar raíces.
Para plantar: Pala redondeada
La pala redondeada (conocida también como «pala de plantar o de jardín») es la herramienta perfecta para cavar hoyos de siembra, pero está especialmente adaptada para mantener despejados los bordes de los parterres.
Afilada para cavar, plantar y cantear bordes de terrenos con césped.
Para trasladar: La laya
La pala cuadrada es la herramienta perfecta y más ligera para trasladar material suelto. La punta cuadrada permite coger mucho más material que una pala puntiaguda o redondeada.
La ancha plancha permite trasladar tierra, arena, grava y materiales voluminosos de manera eficaz.
La anatomía de la pala también es importante
Toda pala consta de tres partes: una empuñadura, un mango y una hoja o plancha. El diseño y los materiales de cada una de las partes marcan la diferencia entre poder cavar más hondo y trasladar material más rápido. Entender cómo cada una de estas partes contribuye a realizar tareas específicas le ayudará a elegir la herramienta más adecuada.